miércoles, abril 18, 2007

toni blerrrr witch project



Tardé tres meses en conseguir que los de Amnistía me contestaran a los mails. Cuando por fin me invitaron a una reunión (DESC) era un sábado, justo despues de fin de año, en el que teníamos planeado subir a un volcán. Pero, como habían tardado tanto en llamarme, me dio miedo decir que no y quedar fuera definitivamente, así que sacrifiqué la aventura montuna y me quedé solita en Santiago.
Nunca me arrepentí.
En aquella primera reunión conocí a una chilena poeta con la que compartí más de un buen momento, a una tocaya argentina que (entre otras cosas) me introdujo en la nueva izquierda latinoamericana y en los movimientos femeninos y feministas del cono sur y, sobre todo, conocí a mi adorado Limón alemán... la gringa que no es de los Estados Unidos si no de San Diego, que sabe el nome de los países y sus capitales, que habla otro idioma y que se interesa por otras vidas, la mejor compañera de viaje que tuve en la vida, la antropóloga que (también) hace fotos de graffitis e inventa vidas ajenas, la colega deportista de la pringada del club literario, la pequeña gigante que sólo pierde el control cuando los hombres la miran por la calle, la gran bebedora de pisco sour, la bailarina loca de bareto pijo, la amante de los helados, la fotógrafa de las pequeñas cosas, la que ve sinte y piensa lo que yo veo siento y pienso con menos de un minuto de desfase horario, mi mejor amiga en esta aventura santiaguina...
Miss you so much...
(Gracias Blanche por cuidármela tan bien)