And I feel like I'm naked in front of the crowd
Cause these words are my diary, screaming out loud
And I know that you'll use them, however you want to
But you can't jump the track, we're like cars on a cable,
And life's like an hourglass, glued to the table
No one can find the rewind button now
Sing it if you understand.
and breathe, just breathe
Cause these words are my diary, screaming out loud
And I know that you'll use them, however you want to
But you can't jump the track, we're like cars on a cable,
And life's like an hourglass, glued to the table
No one can find the rewind button now
Sing it if you understand.
and breathe, just breathe
En este preciso momento hace ocho meses que llegué a Chile.
Llego al último tercio de esta aventura austral cansadísima, después de muchas semanas durmiendo una media de cinco horas diarias, después de unos días de muchísimo trabajo y de intensa charla electrónica con MGP, después de una conversación larga y filosófica con un nuevo amigo de Amnistía, después de ayudar a uno de los dos chilenos más riquiños divertidos e interesantes que una puede conocer en Brasil a rematar su solicitud para una universidad que conozco bien, después de hacer las paces con un hermano vasco que me salió allende los mares, después de recibir un regalo perfecto e inesperado de anITA, después de acabar de subir al flickr las fotos de Rapa Nui...
Y llego tamén antes. Antes de preparar las fotos de Arica-Perú, antes de escribir ese post que les debo a los que se fueron y a los que aún están, antes de ser anfitriona de una de esas Cenas de Chicas que me dieron la vida en los últimos tiempos, antes de comenzar un curso de gestión cultural, antes de esquiar (hostiarme) en los Andes caminar por Machupichu y perderme en Bolivia, antes de enviar los primeros detalles from far far west (que tendría que haber mandado hace siglos), antes de empezar a emparanoyarme con lo que vendrá despues del último tercio, con si qiuero que llegue, con si al punto final de los finales le seguirán dos puntos suspensivos...
Llego al último tercio de esta aventura austral cansadísima, después de muchas semanas durmiendo una media de cinco horas diarias, después de unos días de muchísimo trabajo y de intensa charla electrónica con MGP, después de una conversación larga y filosófica con un nuevo amigo de Amnistía, después de ayudar a uno de los dos chilenos más riquiños divertidos e interesantes que una puede conocer en Brasil a rematar su solicitud para una universidad que conozco bien, después de hacer las paces con un hermano vasco que me salió allende los mares, después de recibir un regalo perfecto e inesperado de anITA, después de acabar de subir al flickr las fotos de Rapa Nui...
Y llego tamén antes. Antes de preparar las fotos de Arica-Perú, antes de escribir ese post que les debo a los que se fueron y a los que aún están, antes de ser anfitriona de una de esas Cenas de Chicas que me dieron la vida en los últimos tiempos, antes de comenzar un curso de gestión cultural, antes de esquiar (hostiarme) en los Andes caminar por Machupichu y perderme en Bolivia, antes de enviar los primeros detalles from far far west (que tendría que haber mandado hace siglos), antes de empezar a emparanoyarme con lo que vendrá despues del último tercio, con si qiuero que llegue, con si al punto final de los finales le seguirán dos puntos suspensivos...
2 Comments:
Muy buena forma de contarlo. Yo también debería hacerlo para entenderme un poco. Abrazo!
vivimos en los puntos suspensivos, sino que aburrimiento :). aprovecha el espacio entre punto y punto. besinos suspensivos
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