La calle es nuestra
La foto es de Christian Zuñiga y la publicó hoy La Tercera
El Gobierno chileno no sólo no les dio permiso a las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos a marchar por la mítica Morandé, si no que no descarta que La Moneda amanezca mañana (11 de septiembre) cercada por los Carabineros, como ocurrió este domingo, para evitar el tránsito de las marchas en homenaje a las víctimas de la dictadura.
¿Qué os decía yo?
Claro que no sé si estamos nosotros para hablar de estas cosas.
3 Comments:
Que se queden con ella, como se quedaron con las manos de Jara, como tomaron el puente de los franceses y aparcaron en el garage Olimpo.
El fascismo siempre vence de nuestra piel para afuera.
Ya llegará nuestro turno y le pagaremos con la misma Moneda.
Cuando yo era adolescente escuchaba a los Reincidentes y siempre me encantaba poner el principio del disco Algazara. En él se escuchaban las últimas palabras de un Allende vivo: "La historia es nuestra, y la hacen los pueblos". Igual que la calle.
Me habíais dejado sin palabras (poco frecuente pero no imposible). Sin embargo, me acabo de tropezar con unas de Pablo Azócar que describen bastante bien la imagen que me llevo yo de los chilenos como colectivo:
Es este el primer septiembre en que ya no está vivo Pinochet, pero su mirada viperina sigue sobrevolando nuestras ciudades y nuestras conciencias. El miedo al castigo. El miedo al aislamiento. El miedo al desprecio. El miedo al dolor físico y al dolor moral. Cuánto nos ha costado salirnos de la fila. Cómo le hemos temido a la desaprobación, a la censura, a perder el trabajo, a no poder pagar las cuentas. No digas eso, no te muevas, ubícate, no seas aguafiestas. La genética misma de nuestra democracia lleva ese sello: el miedo. Nuestros próceres democráticos no sabían cuán enquistado lo tenían cuando pactaban furtivos con sus propios verdugos: el miedo.
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